El viernes 12 de diciembre de 2014, a 50 años de su grabación, la Misa Criolla de Ariel Ramírez resonó en el templo mayor del credo católico, la Basílica de San Pedro, en ocasión de la Santa Misa para la Solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe.
Desde temprano una multitud de fieles, religiosas y religiosos, entre los cuales habían muchísimos argentinos, llegaron a la Plaza San Pedro para ingresar a la Basílica que abrió sus puertas a las 16.00 horas.
La Santa Misa fue precedida por una procesión con las banderas de todo el continente, el rezo del rosario guadalupano y la interpretación de dos villancicos con música de Ariel Ramírez y textos del historiador Félix Luna.
Al inicio de la misa, las banderas de los países del continente, acompañadas por la bandera de los pueblos originarios, ingresaron en procesión por la nave central de la basílica vaticana, luego hicieron su ingreso el Santo Padre, los cardenales y los obispos que concelebraron la Eucaristía.
La misa fue concelebrada por 750 sacerdotes, en su mayoría latinoamericanos que viven o estudian en Roma, y cinco cardenales del continente americano: el mexicano Norberto Rivera Carrera, el brasileño Raymundo Damasceno Asís, el chileno Francisco Errázuriz, el candiense Marc Ouellet y el estadounidense Sean O'Malley.
Patricia Sosa, respalda por el coro de jóvenes romanos “Musica Nuova”, puso su voz al repertorio del grupo musical dirigido por Facundo Ramírez, hijo del fallecido y legendario compositor. La obra contó también con la participación del charanguista Rodolfo Ruiz, el vientista Tukuta Gordillo y de Claudio Sosa, sobrino de Mercedes Sosa, entre otros artistas.
Aunque esta no fue la primera vez que la Misa Criolla se interpretaba en la Santa Sede, esta celebración tuvo una gran trascendencia porque en dicha ocasión la obra fue interpretada ante el primer Pontífice latinoamericano.
De hecho, bajo el monumental baldaquino de Bernini, el Papa Francisco pronunció un discurso de fuerte contenido latinoamericanista en el que se refirió a "los pueblos y naciones de nuestra Patria Grande latinoamericana" y llamo a América latina a ser un “nuevo modelo de desarrollo” para los demás países del mundo.
“Hacemos esta petición porque América Latina es el continente de la esperanza, porque de ella se esperan nuevos modelos de desarrollo que conjuguen tradición cristiana y progreso civil, justicia y equidad con reconciliación, desarrollo científico y tecnológico con sabiduría humana, sufrimiento fecundo con alegría esperanzadora" señaló el Santo Padre.
A la celebración asistió una numerosa comitiva de autoridades argentinas encabezada por la Ministra de Cultura, Teresa Parodi, y el Secretario de Culto, Embajador Guillermo Oliveri, quienes viajaron junto con la delegación de artistas, entre los que se encontraba Jaime Torres, uno de los intérpretes originarios de la Misa Criolla. Integraron la delegación argentina también otras autoridades argentinas que llegaron al Vaticano no solo desde Argentina sino también desde otros países, como la Embajadora ante Gran Bretaña, Alicia Castro.
Las mencionadas autoridades fueron acompañadas a la Santa Misa por el Embajador argentino ante la Santa Sede, Eduardo Valdés y los demás funcionarios diplomáticos de esta Representación junto con los Jefes de Misión de las otras Representaciones diplomáticas argentinas ante Italia y FAO.
Al final de la Misa la Ministra de Cultura de la Nación, Teresa Parodi, visiblemente emocionada declaró: "es indudable que vivimos un momento de altísima emoción". "Escuchar la música argentina con raíz latinoamericana acompañando la liturgia en la Basílica de San Pedro fue emocionante. En este ámbito extraordinario, imponente, la magnífica belleza de la Misa Criolla de Ariel Ramírez resonó como nunca. “Estos músicos nos conmovieron a todos, crearon un clima perfecto para cada momento de la misa".
La Ministra subrayó que la histórica celebración a la que acababa de asistir nació de un pedido de Francisco a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien luego le encomendó el trabajo para que todo saliera de la mejor manera.
Es así que declaró: "No quiero dejar de mencionar la pasión que puso el equipo de producción del Ministerio de Cultura y la Embajada Argentina ante la Santa Sede que acompañó y apoyó en todo momento a la organización hicieron que todo resultara impecable. Si se suma la misa oficiada por el papa Francisco, las banderas de todos los países latinoamericanos flameando en la ceremonia, regresamos con la certeza de que éste ha sido un suceso inolvidable para todos los argentinos".