Su santidad el Papa Francisco, aprobó el pasado tres de febrero el Decreto para la Beatificación del Arzobispo Romero, en el que se reconoce su martirio.
La notificación oficial del día de la solemne beatificación se realizó el 11 de marzo en la vigilia del aniversario del asesinato del jesuita salvadoreño Rutilio Grande, ocurrido el 12 de marzo de 1977, tres años antes de la muerte de Romero.
El 23 de mayo próximo se llevará a cabo la ceremonia de beatificación de Monseñor Óscar Arnulfo Romero en la ciudad de San Salvador. Se espera que asistan a la ceremonia alrededor de un millón de personas.
Monseñor Romero fue nombrado arzobispo de San Salvador en 1977, y realizó una intensa campaña por los derechos humanos durante la represión ejercida por la dictadura militar que gobernó El Salvador durante gran parte del siglo XX.
Sus reiteradas denuncias sobre la violencia que llegaba hasta el asesinato de sacerdotes, le valieron un importante prestigio internacional y una nominación al Premio Nobel de la Paz.
Monseñor Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980 en el altar de su catedral mientras celebraba misa.
Un día antes de su asesinato el arzobispo hizo un llamado al ejército para que pusieran fin a las masacres.
"En nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: Cese la represión", pidió el arzobispo.
Luego de ese episodio ya el pueblo salvadoreño lo había elevado a la altura de un santo, incluso en el continente se le comenzó a llamar San Romero de América.