07/09/2015
Al terminar el Angelus dominical, el Papa Francisco instó a todas las parroquias, comunidades y santuarios de Europa para que reciban a los refugiados de Medio Oriente y Africa.
Ante la "tragedia de decenas de miles de refugiados que huyen de la muerte por la guerra y el hambre y están en camino hacia una esperanza de vida, el Evangelio nos llama a estar 'próximos' a los más pequeños y abandonados. A darles una esperanza concreta. No sólo a decir ¡ánimo, paciencia!", afirmó el Santo Padre resaltando en particular que "la misericordia de Dios se reconoce a través de nuestras obras".
Por eso, el Papa se dirigo a todos los obispos de Europa invitándolos a sostener su llamado y recordándoles que "la misericordia es el segundo nombre del Amor: Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo".
Además, anunció que dicho gesto de solidaridad comenzará por la diócesis de Roma, serán las parroquías vaticanas de la Iglesia de Santa Ana y la de la Basílica Papal de San Pedro, de las que se ocupan actualmente dos agustinos, que recibirán en estos días a dos familias de refugiados.
El mismo domingo 6 de septiembre, el vocero vaticano, Federico Lombardi, explicó a los periodistas que el llamado del Papa "es una evidente invitación a la corresponsabilidad” porque no se dirige sólo a los párroco, sino a todas las comunidades.
"Tocará a cada realidad individual encontrar el mejor modo para recibir a una familia, alguien elegirá hospedarla en la casa parroquial, alguien en otras estructuras, otros en las familias, siempre con el sostén y la participación de la comunidad", precisó Lombardi.
Además, el Padre Lombardi quiso recordar que el Papa Francisco ya había dirigido un llamado a abrir las puertas de casas religiosas y conventos a los refugiados que en 2013, poco después de su elección, durante su visita al Centro Astalli de Roma ( ver enlace: http://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2013/september/documents/papa-francesco_20130910_centro-astalli.html ).
Por eso, resaltó Lombardi, la exhortación de este domingo,indica que el Papa y la Iglesia son "conscientes de la situación particular, que en ciertos países asume el carácter de emergencia, una situación que debe ser reflexionada y que no es sólo un problema de las instituciones públicas".
