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El Papa Francisco advirtió que la generosidad no está unida al monedero sino al corazón

09/11/2015

 

El domingo 8 de noviembre 2015, el Santo Padre dedicó el Ángelus dominical al evangelio de la liturgia del día, que describía por una parte cómo no deben ser los seguidores de Jesús y por otra el ideal ejemplar del cristiano.

En primer lugar, el Papa Francisco recordó que "Jesús adosa a los escribas, maestros de la ley, tres defectos que se manifiestan en su estilo de vida: soberbia, avidez e hipocresía... Bajo apariencias tan solemnes, se esconden falsedad e injusticia".

A ese respecto, el Pontífice advirtió que "también hoy existe el riesgo de asumir estas conductas. Por ejemplo, cuando se separa la oración de la justicia, porque no se puede rendir culto a Dios y causar daño a los pobres. O cuando se dice que se ama a Dios y, sin embargo, se le anteponen la propia vanagloria, el propio provecho''.

Luego, haciendo hincapié en la segunda parte el Evangelio en la que se narra la escena ambientada en el lugar para las ofertas del templo de Jerusalén, el Papa explicó que ''los ricos dan, con gran ostentación, lo que para ellos es superfluo, mientras que la viuda, con discreción y humildad, daba ''todo lo que tenía para vivir'' y que justamente "por ello, dice Jesús, que ella dió más que todos''.

''Hoy Jesús nos dice también a nosotros que el metro de juicio no es la cantidad, sino la plenitud" resaltó el Santo Padre, quien animó a todos a reflexionar durante este semana sobre esta diferencia.

''No es cosa de monedero, sino de corazón Ante las necesidades del prójimo estamos llamados a privarnos ... de algo indispensable, no sólo de lo superfluo; estamos llamados a dar el tiempo necesario, no sólo el que nos sobra; estamos llamados a dar enseguida, sin reservas, algún talento nuestro, no después de haberlo utilizado para nuestros objetivos personales o de grupo''afirmó.

Después de rezar el Ángelus, el Santo Padre dirigió a los presentes unas palabras sobre los acontecimientos sucedidos estos días en el Vaticano:

''Queridos hermanos y hermanas sé que muchos de ustedes se han preocupado por las noticias de hace unos días sobre la sustracción y publicación de documentos reservados de la Santa Sede. Por esta razón quisiera decirles, ante todo, que robar esos documentos es un delito, es un acto deplorable que no ayuda a nada. Yo mismo pedí que se hiciera ese estudio, mis colaboradores y yo, ya conocíamos bien esos documentos. Se tomaron algunas medidas que comenzaron a dar frutos, algunos ya visibles.

Por eso les quiero asegurar que este triste hecho ciertamente no me desvía del trabajo de reforma que estamos llevando a cabo, con mis colaboradores y con el apoyo de todos ustedes. Sí, con el apoyo de toda la Iglesia, porque la Iglesia se renueva con la oración y con la santidad cotidiana de todo bautizado. Por consiguiente, les doy las gracias y les pido que sigan rezando por el Papa y por la Iglesia, sin dejarse turbar, sino continuando hacia adelante con confianza y esperanza''.

Finalmente, haciendo referencia a la Jornada de Acción de Gracias cuyo tema este año es ''El suelo, bien común'' declaró: ''me uno a los obispos en el deseo de que todos actúen como administradores responsables de un bien colectivo inapreciable, la tierra, cuyos frutos tienen un destino universal. Manifiesto mi grata cercanía al mundo agrario y animo a todos a cultivar la tierra de una forma que defienda su fertilidad para que produzca alimento para todos, tanto hoy como para las generaciones futuras''.

Fecha de Publicación : 10/11/2015