Después de los violentos ataques en Navidad y en enero, durante la Semana Santa tuvieron lugar otras masacres por razones religiosas.
El lunes 9 de abril un vehículo bomba estalló en Kaduna (Norte) en las cercanías de una iglesia mientras se estaba celebrando una ceremonia religiosa, causando 41 muertos y más de cincuenta heridos. Además, otros tres diversos ataques que en los Estados de Yobe y de Borno, han dejado otros siete muertos.
El propio Pontífice durante las recientes ceremonias religiosas denunció esta trágica situación de violencia y persecución religiosa.
Esta Embajada se une a la condena de estos sucesos y hace llegar su solidaridad con las víctimas.