El pasado 25 de mayo, en ocasión del 202° Aniversario de la Revolución de Mayo, Fiesta Nacional Argentina, tuvieron lugar en Roma los actos conmemorativos organizados por las Embajadas de la República Argentina ante la Santa Sede y ante la República Italiana.
A las 10.00 horas se realizó una ofrenda floral al pie del Monumento al General Manuel Belgrano, ubicado delante de la Embajada de la República Argentina ante Italia, por parte del Embajador Argentino ante Italia, Torquato di Tella, el Encargado de Negocios de la Embajada de la República Argentina ante la Santa Sede, Ministro José Carlos Díaz, el Cónsul General en Roma, Ministro Juan Antonio Ibáñez y el Representante Permanente alterno de la Argentina ante la FAO, Ministro Gustavo Infante.
La deposición de la ofrenda fue acompañada por un piquete de honor de la Guardia de Finanza y por las notas del himno nacional argentino ejecutado por la Banda de la Policía de Estado y cantado por los alumnos de la escuela Buenos Aires de Roma.
Las celebraciones continuaron con una Santa Misa de acción de gracias en la Iglesia Nacional Argentina, Santa Maria Addolorata, que se encuentra en la Plaza Buenos Aires de Roma.
Al acto religioso, organizado por la Embajada de la República Argentina ante la Santa Sede, concurrieron Mons. Guillermo Karcher, de la Secretaría de Estado Vaticana, los embajadores y funcionarios diplomáticos de la mayoría de las Embajadas acreditadas ante la Santa Sede y numerosos sacerdotes y religiosas argentinas de diversas ordenes que viven y estudian en Roma.
Durante la Santa Misa oficiada por el Rector de la Iglesia de Santa Maria Addolorata, el Padre Antonio Grande, asistido por el Padre Gerardo Galetto, de la Congregación para la Promoción de la Nueva Evangelización y el Padre Sergio Schaub Ballestrero, los funcionarios diplomáticos y el personal local de la Embajada de la República Argentina ante la Santa Sede leyeron partes del libro de la Génesis (1,26-2,3), del Evangelio según San Mateo (5,38-48) y el Salmo 111,1-9.
A continuación, el Padre Grande leyó la Oración por la Patria y por último, en una atmósfera muy participativa, los presentes cantaron el Himno Nacional Argentino, ejecutado en el piano por el Maestro Gabriel Chami. Al final del oficio los presentes se reunieron en el claustro de la Iglesia para un vino de honor.