5/06/2016
Del 3 al 4 de junio, tuvo lugar en el Vaticano una cumbre que reunió mós de 100 expertos y jueces de 30 países para discutir sobre el tráfico de seres humanos, sobre las mafias, el narcotráfico, la explotación de la prostitución y de los menores, de los migrantes y de los desplazados.
En la cumbre que se desarrolló en la Casina pio IV, sede de la Pontificia Academia de Ciencias de la Santa Sede, y fue inaugurada por su Canciller, el Obispo argentino Marcelo Sanchez Sorondo, y contó con una nutrida presencia de magistrados, jueces y expertos argentinos: unos veinte jueces y procuradores, encabezado por el Dr. Ricardo Lorenzetti, Presidente de la Suprema Corte Argentina, entre los cuales juez federal Sebastián Casanello y la jueza María Romilda Servini de Cubría, que se ocuparon de exponer sobre la trata y el crimen organizado.
También estuvo presente como relator el Legislador Gustavo Vera, líder de la fundación Alameda, comprometida justamente en la lucha contra el trabajo esclavo, la explotación de menores y contra el narcotráfico.
En este importante evento participaron además la Presidenta de la institución, Margaret Archer y del Economista Jeffrey Sachs experto de las Naciones Unidas en temas como el tráfico de seres humanos y de droga, quien además está en sintonía con el Papa en relación con los temas del medio ambiente.
También el Papa Francisco asistió el viernes 3 a la Cumbre y pronunció un discurso, en el cual recordó que “estos son verdaderos crímenes de lesa humanidad que deben ser reconocidos como tales por todos los líderes religiosos, políticos y sociales, y plasmados en las leyes nacionales e internacionales”. Asimismo, destacó que hoy en día “hay una mayor conciencia en esto” y que en el proyecto “para liberar la humanidad de las nuevas esclavitudes y del crimen organizado”, la Pontificia Academia de Ciencias también scuenta con el apoyo de las Naciones Unidas.
Finalmente, aprovechó de la ocasión pedir a los jueces que “se defiendan de caer en la telaraña de las corrupciones” y para recordarle que “hacer justicia no es buscar el castigo por sí mismo y les recomendó que “cuando caben penalidades”, estas sean dadas para la reeducación de los responsables de tal modo que se les pueda abrir una esperanza de reinserción en la sociedad, o sea, no hay pena válida, sin esperanza”.
A continuación le ofrecemos el enlace al discurso completo pronunciado del Santo Padre: