En una ceremonia de 90 minutos, el Papa Francisco recibió las cartas credenciales del flamante Embajador argentino ante la Santa Sede, Eduardo Valdés. El acto se llevó a cabo en la Biblioteca del Palacio Apostólico.
En audiencia privada, Embajador invitó al Santo Padre a visitar la Argentina de parte de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Francisco agradeció la invitación y manifestó que la tendrá como prioridad para finales de 2015 o 2016. Francisco envió un especial saludo a la Presidenta y su bendición a todo el pueblo argentino.
Hizo mención especial al flamante Secretario de Inteligencia de la Nación, Dr. Oscar Parrilli, a quien deseó lo mejor en sus nuevas funciones y aseguró que reza por él. Manifestó a su vez su agradecimiento a las Presidentas de Argentina y Chile, con quienes quiere celebrar el 30º aniversario de la mediación papal que llevó adelante el cardenal Samoré, aspirando encontrarse con ellas durante el mes de enero.
A su vez, Valdés le hizo entrega al Papa de los regalos que Cristina le había enviado por el día de su cumpleaños, que fue el pasado miércoles 17 de diciembre,
El primer regalo consistía en una réplica de la escultura del padre Carlos Mugica, inaugurada en la Avenida 9 de Julio. El segundo, un libro firmado por ella, por el secretario de Obras Públicas de la Nación, José Francisco López y por el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, de las restauraciones que llevó adelante el Estado en las distintas iglesias del país, recordando que la primera licitación que firmó el ex presidente Néstor Kirchner fue la restauración de la Iglesia de Luján.
Valdés estuvo acompañado por su familia, los tres hijos de Alicia Oliveira -ex Defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires- y por el Presidente de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación y enviado especial de la Presidenta, Julián Domínguez. Francisco saludó a todo el personal de la Embajada y a más de 50 invitados que llegaron de Buenos Aires para acompañar al Embajador Valdés, quienes aguardaron en la Sala del Consistorio Vaticano, lugar en el que se ordenan los Cardenales y célebre por haber sido el escenario en que Benedicto XVI anunció su renuncia.
Asimismo, el flamante embajador se entrevistó con el Secretario de Estado de su Santidad, Cardenal Pietro Parolín, quien fuera de protocolo, se apersonó en la recepción que brindó la Embajada a todos los invitados en la Casina Pío IV, sede de la Pontificia Academia de Ciencias, cuyo Canciller es su Monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, quien cedió ese lugar en gesto de amistad hacia la Argentina, su país de origen. También participaron de la ceremonia Monseñor Guillermo Karcher, ceremoniero pontificio, Monseñor Fabían Pedacchio, secretario privado de Su Santidad, Monseñor Avelino Betancourt, Jefe de Protocolo del Vaticano y Monseñor Guiseppe Laterza, Oficial de la Secretaría de Estado.
A finalizar la audiencia privada, Francisco saludó a todos los presentes en la Sala del Consistorio Vaticano: “recen por mi y por el Embajador, porque su tarea es una tarea difícil y muy importante. Una tarea de pequeños pasos, cosas pequeñas, pero siempre encaminadas a llevar la paz, acercar el corazón de los pueblos, a sembrar fraternidad entre los pueblos”.