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El jueves 10 de noviembre la presidente de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner, recibió en la Casa Rosada a la recientemente electa Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA). De la reunión participaron el Presidente de la CEA y Arzobispo de Santa Fe, Mons. José María Arancedo, el Vicepresidente 1º y Obispo de Neuquén, Mons. Virginio Bressanelli, el Vicepresidente 2º y Arzobispo de Salta, Mons. Mario Antonio Cargnello y el Secretario General y Obispo Auxiliar de Buenos Aires, Mons. Enrique Eguía Seguí. También participaron de la reunión el Canciller Héctor Timerman y el Embajador Guillermo Oliveri, Secretario de Culto de la Nación.
Al término del encuentro, la nueva Comisión Ejecutiva comentó que (la Presidente) “siempre contará con nuestra palabra de Pastores. Palabra que surge de nuestra fe en el Evangelio y que no debe interpretarse políticamente. Nuestras principales preocupaciones están vinculadas con el valor de la vida, la familia, la educación, la cultura del trabajo, la prevención de la droga en la juventud. Por eso la insistencia en tener en cuenta la dignidad de la vida y la pobreza”.
Puntualmente, Mons. Arancedo, afirmó con entusiasmo que el encuentro con la Presidente fue muy cordial. “Lo agradecemos porque a las pocas horas que pedimos la reunión ella inmediatamente nos dio la audiencia y estuvimos 45 minutos o más. Larga la charla, muy distendida ella, también nosotros, conversamos con mucha libertad. (...)muy útil para las relaciones entre la Iglesia y el Gobierno. Es útil todo aquello que pueda ser vehículo de diálogo. (...)la relación de la Iglesia y el Gobierno tiene que moverse en esa sana autonomía y también cooperación en el bien común y al servicio del hombre. No podemos no hablar de lo social. Cristo estaría cerca del pobre. Hay sinceridad y libertad en lo que decimos, tenemos una relación madura, libre, responsable, en la que podemos conversar”.