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El Papa Francisco propone a Enrique Shaw como modelo de empresario cristiano

21/11/2016

 

El pasado jueves 17 de noviembre el Papa Francisco recibió en audiencia a los participantes en la Conferencia internacional de las Asociaciones de empresarios católicos (UNIAPAC), que se llevó a cabo en el Vaticano, en colaboración con el Consejo Pontificio Justicia y Paz, del 17 al 18 de noviembre, con el lema: “Los líderes de negocios como agentes de inclusión social económica y social”.

Este evento fue el seguimiento de una reunión que tuvo lugar en julio de 2014 con la asistencia del papa Francisco sobre “El Bien Común Global: hacia una economía más inclusiva”.

La Argentina participó con grupo de empresarios en representación de ACDE (Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas), en los cuales se destaca  Jennifer Tchinnosian,  quien fundó SoulFire, una agencia digital dedicada a darle una voz a buenas causas.

En su discurso, el Santo Padre explicó a los más de 500 empresarios presentes que “todas las actividades humanas, también la empresarial, pueden ser un ejercicio de la misericordia, que es participación en el amor de Dios por los hombres”

Sin embargo, reconoció que esto supone “renunciar a ciertas ganancias económicas” y “asumir el riesgo de complicarse la vida” y que “renunciar a ciertas ganancias económicas”.

En particular, les advirtió sobre tres riesgos que suele comportar la actividad empresarial: el riesgo de usar bien el dinero, el riesgo de la honestidad y el riesgo de la fraternidad.

En ese sentido, les recordó que el sector empresarial “está llamado a conseguir un flujo estable y suficiente de crédito que no excluya a ninguno y que pueda ser amortizable en condiciones justas y accesibles”.

Además,  advirtió que la corrupción “es la peor plaga social. Es la mentira de buscar el provecho personal o del propio grupo bajo las apariencias de un servicio a la sociedad”. Explicó que se trata de “un fraude a la democracia, y abre las puertas a otros males terribles como la droga, la prostitución y la trata de personas, la esclavitud, el comercio de órganos, el tráfico de armas”

Finalmente, resaltó que “la actividad empresarial tiene que incluir siempre el elemento de gratuidad” y las relaciones entre los que forman parte de la empresa, tanto dirigentes como trabajadores, deben caracterizarse por la justicia, el respeto mutuo y el aprecio fraternal.

Por último, resaltó la figura de uno de los fundadores de UNIAPAC y ACDE el empresario argentino Enrique Shaw, cuya causa de beatificación promovió cuando era arzobispo de Buenos Aires, instándoles a seguir su ejemplo y a pedir su intercesión, y manifestó el deseo de que esta conferencia sea como el sicomoro de Jericó, al que se subió Zaqueo para ver a Jesús.

“Un árbol al que se puedan subir todos, para que, a través de la discusión científica de los aspectos de la actividad empresarial, encuentren la mirada de Jesús, y de aquí resulten orientaciones eficaces para hacer que la actividad de todas sus empresas promueva siempre y eficazmente el bien común”, concluyó.

Fecha de Publicación : 29/11/2016