El lunes 13 de enero, en la Sala Regia del Palacio Apostólico Vaticano, el Papa Francisco recibió a los embajadores acreditados ante la Santa Sede para el tradicional mensaje de felicitación del año, el primero desde el inicio de su ministerio.
En dicha ocasión, el Santo Padre ha subrayado una vez más la importancia de un compromiso común para favorecer una cultura del encuentro y para edificar una cultura de la paz.
De hecho, ha destacado que "la paz además se ve herida por cualquier negación de la dignidad humana, sobre todo por la imposibilidad de alimentarse de modo suficiente".
Por eso, luego de recordar todos los conflictos que afligen a Oriente Medio, África y Asia y que amenazan la vida de los cristianos de estas regiones, el Papa Francisco volvió a denunciar también la llamada “cultura del descarte” que se manifiesta no sólo en el desperdicio de alimentos o de bienes superfluos, sino también de los mismos seres humanos.
“Por ejemplo, - dijo el Santo Padre - suscita horror sólo el pensar en los niños que no podrán ver nunca la luz, víctimas del aborto, o en los que son utilizados como soldados, violentados o asesinados en los conflictos armados, o hechos objeto de mercadeo en esa tremenda forma de esclavitud moderna que es la trata de seres humanos, y que es un delito contra la humanidad." .
Texto completo del discurso del Santo Padre: