El domingo 3 de febrero de 2013, en ocasión del XXX° aniversario del fallecimiento del Cardenal Antonio Samoré, se realizó un acto conmemorativo en el Monasterio del “Monte Carmelo”, en la ciudad de Vetralla, donde descansan sus restos.
Desde la muerte del Cardenal en 1983, cada año las Embajadas de las Repúblicas de Argentina y la Chile ante la Santa Sede organizan una misa en dicho monasterio para ofrecer un homenaje a su memoria.
En esta ocasión, ambos embajadas decidieron, además, colocar una placa conmemorativa. Al descubrirla hizo uso de la palabra el Vicecanciller argentino Embajador Eduardo Zuaín y el embajador de Chile Fernando Segers Santa Cruz.
Por la Santa Sede concurrieron al acto el Prefecto Emérito de la Congregación para las Iglesias Orientales, Cardenal Achille Silvestrini y el Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, Mons. Claudio María Celli.
La delegación argentina fue integrada por el Vice Ministro de Relaciones Exteriores, el Embajador Eduardo Zuaín el Embajador de la República Argentina ante la Santa Sede D. Juan Pablo Cafiero y el Embajador de la República Argentina ante Italia D. Torcuato Di Tella.
De parte chilena concurrieron al acto el Embajador de la República de Chile ante la Santa Sede , D. Fernando Segers Santa Cruz y el Embajador de la República de Chile ante Italia, D. Oscar Godoy.
Se encontraban presentes la Superiora del Convento del Monte Carmelo, Reverenda Madre, Marianna de Caprio, las hermanas del monasterio, el Intendente de Vetralla, D. Sandrino Aquilani, una delegación de alumnos del Colegio “Vila Nazareth (fundado por iniciativa del Cardenal Dominico Tardini en 1945) y funcionarios diplomáticos argentinos y chilenos de las Embajadas ante la Santa Sede y ante la República de Italia.
Finalmente, una vez terminada la ceremonia, los presentes ingresaron al Convento y se dirigieron a la Capilla donde tuvo lugar una Misa Concelebrada por el Prefecto Emérito de la Congregación para las Iglesias Orientales, Cardenal Achille Silvestrini y del Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, Mons. Claudio María Celli.