El domingo 4 de febrero la comunidad argentina de Roma recordó con una misa al Cardenal Eduardo Pironio a 20 años de su fallecimiento y pidió por su pronta beatificación.
La celebración eucarística se llevó a cabo en la iglesia argentina de Roma y estuvo presidida por el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea. Concelebraron el vicepresidente segundo y obispo de La Rioja, Marcelo Colombo y el secretario general y obispo de Chascomús, Carlos Malfa, además de otros obispos y sacerdotes argentinos y latinoamericanos.
En una iglesia colmada de fieles y religiosos y religiosas, Monseñor Ojea recordó y celebró la vida del Cardenal Pironio a quien conoció desde joven tan pronto ingresado en el seminario.
Eduardo Francisco Pironio nació el 3 de diciembre de 1920 en Nueve de Julio (Argentina), fue ordenado sacerdote el 5 de diciembre de 1943, consagrado Obispo el 31 de mayo de 1964 y elevado a la dignidad de Cardenal en 1976.
En la Argentina ejerció su ministerio pastoral como Vicario de la diócesis de Mercedes, Rector del Seminario de Villa Devoto, Obispo Auxiliar de La Plata, Asesor general de la Acción Católica Argentina y Obispo residencial de Mar del Plata. Fue Secretario General y Presidente del CELAM de 1968 a 1975.
En Roma se desempeño como Prefecto de la Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares y, posteriormente fue nombrado Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos.
Murió en Roma el 5 de febrero de 1998. Está sepultado en el Santuario de Nuestra Señora de Luján (Argentina).