La Madre Catalina de María Rodríguez, fundadora de las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, fue beatificada el sábado 25 de noviembre, en una celebración presidida por el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y enviado papal, cardenal Ángelo Amato, en el centro de la ciudad de Córdoba.
Ante más de veinte mil personas llegadas desde distintas provincias de la Argentina y de los otros tres países donde las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús desarrollan su apostolado (Chile, España y Benín), el representante pontificio destacó que: “como Brochero, la beata Catalina fue una piedra viva de la Iglesia y la sociedad”. Enumeró gestos de caridad y de perdón de la nueva beata y recordó “los humildes y los pobres eran sus preferidos”. Destacó su humildad y su devoción particular “hecha de oración y sacrificio”. Finalmente, indicó que el Papa estableció que la memoria litúrgica de la Madre Catalina sea el 27 de noviembre “en los lugares y según los modos establecidos por el derecho”.
Por su parte, el Arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, destacó este histórico acontecimiento como “un don que hace resonar fuertemente en nuestro corazón el llamado a la santidad que el mismo Dios nos hizo el día de nuestro bautismo” y agradeció al Santo Padre y al cardenal Amato “en nombre de cuántos celebramos esta fiesta de la fe, el don de Catalina de María Rodríguez, beata”. Asimismo, agradeció a los cardenales Estanislao Karlic y Luis Héctor Villalba, a los obispos y a las autoridades presentes y a los miles de fieles que asistieron.
En la celebración participaron la vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti y el Secretario de Culto de la Nación, Embajador Santiago de Estrada. Asimismo, estuvieron presentes la coordinadora general de Asuntos de Culto, Claudia Russo Bernagozzi y el director nacional de Culto Católico, Luis Saguier Fonrouge, entre otros funcionarios nacionales y provinciales.
Durante la misa, hubo un momento de oración por los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan, perdido desde el 15 de noviembre en el Atlántico Sur. “Por las víctimas del submarino “ARA San Juan”, por sus familiares y por cuantos sufren a causa de tan triste accidente, para que sean socorridos en sus necesidades, y juntos podamos evitar toda situación que ponga en riesgo la vida de los hermanos”, se pidió en las intenciones de la misa. La vicepresidenta Gabriela Michetti, quien participó de la celebración eucarística, expresó: "Hoy más que nunca hay que pedirle que nos ayude y nos ilumine para ver cómo podemos hacer para que se encuentre al submarino”.
El domingo 26, ante los miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro para rezar el Ángelus, también el Papa Francisco recordó la beatificación de la Madre Catalina de María Rodríguez e invitó a alabar al Señor “por esta mujer apasionada por el Corazón de Jesús y por la humanidad”. Explicó que la nueva beata vivió en el siglo XIX primero como esposa y una vez viuda, como consagrada a Dios, dedicándose a la atención espiritual y material de las mujeres más pobres y vulnerables. Destacó que fue la fundadora del primer instituto religioso femenino de vida apostólica en Argentina, la Congregación de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús.
En ese mismo día, en la catedral de Córdoba, Monseñor Carlos Ñáñez celebró ante una multitud de fieles la misa de acción de gracias por la beatificación de la Madre Catalina. En su homilía animó a “acoger en nuestros corazones esta gracia y sentirnos desafiados a seguir las huellas de esta discípula misionera de Jesús”. Además, recordó que “Catalina fue amiga y colaboradora de san José Gabriel del Rosario Brochero” y que ambos “intuyeron la enorme importancia de la educación para la promoción de las personas, particularmente de la mujer y, mediante una acción conjunta, llevaron adelante la obra pionera de un colegio para niñas en la Villa del Tránsito, que era una novedad para la Argentina que estaba organizándose como nación”.
Explicó que “el espíritu catalino quiere salir de las fronteras de la arquidiócesis de Córdoba y llegar a todos lados”. Por eso, junto a la hermana María Silvia Fiorentino ECJ, madre general de las Esclavas del Corazón de Jesús, hizo entrega de una reliquia a representantes de las diversas comunidades en las que están presente la congregación en la Argentina, Chile, España y África.
Finalmente, junto con la hermana Marita Barrionuevo ECJ, vicepostuladora de la causa de beatificación, agradeció a quienes trabajaron en la organización de la celebración y resaltó la presencia de los cordobeses, de los argentinos venidos de todas partes, de los hermanos de España, de Chile, de África, de la Isla de Pascua y de los hermanos Wichi.
En una entrevista a la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA), la postuladora de la causa de canonización de la Madre Catalina de Rodríguez, la doctora Silvia Correale, destacó que la canonización del Cura Brochero, la beatificación de Mama Antula y de la Madre Catalina de María Rodríguez, “constituyen desde el punto de vista eclesial una gracia inmensa para el pueblo de Dios que peregrina en la Argentina y también un signo a través del cual el Señor nos quiere llamar a una reflexión”.
Con esta beatificación, la Iglesia argentina cuenta con dos santos: Cura Brochero y Héctor Valdivielso Sáez; diez beatos: las religiosas María del Tránsito Cabanillas, Ludovica de Angelis, Crescencia Pérez, Nazaria March y Catalina de María Rodríguez, María Paz de Figueroa, el padre Martos Muñoz, Ceferino Namuncurá, Laura Vicuña y Artémides Zatti; y cinco venerables. Otras 42 personas de vida ejemplar ya son reconocidas como siervos de Dios, con otras 14 causas más en preparación.